Es muy importante que intentes intensificar el cuidar las cicatrices en verano. Desde un arañazo a una cicatriz quirúrgica, estas marcas requieren constancia, ya que el proceso de cicatrización dura ¡un año y medio! Así que, no desistas. Tod@s tenemos cicatrices de por vida y aquí vamos a repasar las claves para que estén lo mejor posible, también en verano.
Primera regla: imprescindible y obligatoria. Si puedes, evita la exposición directa al sol. En caso de que no puedas vivir con manga larga o sin ir al mar, debes saber que las cicatrices requieren un factor de protección solar alto, de 50, y de alta tolerancia y no sólo cuando vayas a la playa. Si la cicatriz es en la cara, manos o otra zona descubierta, debes protegerla del sol todo el año, no solamente en verano. Los seis primeros meses de la lesión serán claves, así que haz un esfuerzo y lleva siempre tu fotoprotector en el bolso. No lo decimos nosotr@s, que también, sino la Asociación Española de Dermatología y Venerología.
Si hay niñ@s en casa, las vacaciones veraniegas son la época ideal de adquisición de heridas de guerra. Pantalones cortos, montaña, primeros paseos en bici, padres un poco despistados en la terracita… Es importante que, ya sean rascadas, arañazos o quemaduras, vigiléis la herida. Lo primero es lavar la herida e intentar mantenerla siempre limpia y seca. La segunda recomendación ya la hemos dicho: ¡no exponer la herida al sol! Intentad protegerla a toda costa. Por último, asegúrate de utilizar un producto adecuado para su edad. Por ejemplo, en los niños menores de 3 años se recomiendan fotoprotectores de filtro mineral y, las láminas de silicona no pueden usarse en menores de 5 años. Recuerda que tienes en este post lo que se nos olvida siempre de un año para el otro, relacionado con protegerse del sol.
Debes saber en qué fase se encuentra tu cicatriz. Si es muy reciente o la herida está todavía abierta, si ya tiene costra o si está completamente cerrada. En las dos primeras fases, la humedad es perjudicial, por lo que se recomienda hacer baños muy cortitos y secarte delicadamente con una toalla limpia la zona después. Productos como el aceite de rosa mosqueta, Bio-Oil o Repavar son grandes aliados de los procesos de cicatrización. Comprueba atentamente antes de comprar que el producto por el que te decides no lleva alcoholes y que en el caso de la rosa mosqueta se trata de aceite puro 100%. Aplícalos siempre con un suave masaje.
Obvio, ¿no? Las costras tienen su función en este proceso. Protegen de agentes exteriores evitando infecciones y dan tiempo a que la piel vaya regenerándose. Es posible que un profesional de la salud te haya recomendado aplicar un antiséptico cada 12 horas: ¡sé constante! Durante el primer mes y medio de la lesión, también puedes aplicar algún producto que contenga factores de crecimiento epitelial, que aceleran el proceso de cicatrización. O cremas tipo éstas de la Roche-Posay o de Avène. Valóralo con un/a profesional.
En caso de que la herida ya esté cerrada puedes usar láminas de silicona, para ayudar a su cicatrización. Se trata de una banda adhesiva o parche de silicona que protege la cicatriz de agentes externos, el roce de la ropa y el sol. La parte interna de la piel libera componentes para evitar o reducir los queloides o las cicatrices hipertróficas.
Hay distintos tamaños de parches y podrás encontrar la versión gel de casi todas las marcas. Recuerda que si te producen dolor o enrojecimiento, deberás consultar con tu profesional de confianza. Si tu cirujano te ha recomendado su uso, debes saber que los precios varían muchísimo de una marca a otra y también entre farmacias. Vale la pena que, una vez estás segur@ que no te provoca reacción y te es cómodo, compares en Plyzer sus precios antes de comprar más. Sobretodo porqué necesitarás usarlos durante muchas semanas. ¿No sabes por qué existen diferencias tan enormes entre farmacias? Te lo contamos aquí.
Si te estás cuidando un tatuaje reciente, el riesgo de infección es muy alto. Las dos primeras semanas deberías evitar el sol y también bañarte en playas, ríos o piscinas. Extrema las medidas de higiene y sé constante con las pomadas antisépticas o hidratantes que te hayan recomendado. Si se trata de un tatuaje antiguo, protégelo siempre del sol con un fotoprotector mínimo de SPF 50.
Esto vendría a ser el súmmum de cuidar cicatrices en verano. En los últimos años ha surgido la tendencia de tatuar encima de las cicatrices para disimularlas o ¡remarcarlas! A priori, no hay indicios de que de la práctica no sea segura. Ahora bien, si te lo estás pensando debes esperar sí o sí 2 años después de la lesión.
¡Te dejamos con una selección curiosa que quizá te inspire!